martes, 19 de julio de 2016

Devociones: "Creciendo entre rocas".

¡Como voy a crecer si no me dejan! A si respondió un joven cuando le cuestionaron del porque se había relajado tanto en lo que es la obra de Dios, lo único que le supieron responder fue, que leyera este pasaje. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad la tierra; pero salio el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. (Mateo 13:5-6) esta historia conlleva una gran reflexión, y la quiero compartir contigo querido lector/a.
     Un viejo reflán chino dice: la flor que florece aun en medio de la adversidad, es la más bella y extraña de todas, este reflán nos habla de una gran verdad, pues el problema de este joven, y de muchos más en nuestra generación, no es que sean mala tierra y que no sirvan para nada, sino que en ocasiones, esas rocas que no dejan que la palabra eche raíces son tus padres, tus amigos, tus familiares, o líderes espirituales, los que se convierten en esas rocas que hacen que la palabra que llega a ti se seque.
     Te preguntarás porque estas personas podrían ser rocas en tu corazón que no permiten que la palabra  eche raíces en tu corazón, te lo voy a explicar, quien no ha recibido este tipo de respuestas  al momento de compartir un sueño o una visión, si pero eso es mucho hasta para ti, muy bueno, pero la vida no solo es soñar, si tan solo eres un mocoso, como crees que lo vas a lograr, estas y muchas otras respuestas son las que nos dan, y nos hacen dudar, nos hacen creer que quizás esa palabra que un día oíste y me dijiste esa palabra es para mi, después de todo no era para ti, te hacen creer que aquella visión que un día tuviste tal vez es mucho para ti, y en fin hacen que se queme la palabra que llegó a tu corazón, como si el Señor fuere hombre para mentir o equivocarse.
    Lo se, lo se, este último párrafo te arrancó un suspiro y una que otra lágrima,pues te sientes identificado con esto, porque quizás hayas sufrido esto, tal vez más de una vez, y es que esto sucede día a día, y a estas personas yo las bauticé "asesinos de sueños" pues se empeñan en hacer que tu sueño perezca, lo sé, te sientes tan identificado con esto que quizás llegaste a pensar que el joven del que hablo eres tu, pero no es así, el joven del que hablo soy yo mismo, en mi vida me he encontrado con varios asesinos de sueños, entre los que puedo recordar están mis amigos, familiares, líderes religiosos y hasta mis padres, y es que en ocasiones las personas se dejan llevar por lo que puedan ver, en ocasiones llegué a pensar que tal vez tenían razón, que la promesa que un día recibí. no era de Dios, en realidad no los culpo, pues en un sentido humano estaban en lo cierto, quien creería que un alguien que nació en una familia pobre, en un lugar casi desconocido para el mundo y que además le tenía pánico a las multitudes y que se moría de nervios cada vez que hablaba en público, pudiera algún día predicar la palabra de Dios, estas son algunas de mis debilidades, y por esto cuando me oían decir: algún día yo voy a estar en el pulpito predicando, se reian de mi, esto me entristecía pero me refugiaba en la promesa, y nunca me rendí, y para la gloria de Dios, hoy predico ante personas que en ocasiones son mayores que yo, y que me hizo perservar pues tan solo el hecho de que entendí que puedo florecer aun en medio de las rocas, que aun debajo del terreno mas rocoso hay una tierra fértil, por eso hoy quiero hablarte a ti, a quien tiene un sueño en estado de coma, hoy quiero decirte que es hora de resucitarlo, de darle vida y hacerlo realidad, lo que el Señor me puso en el corazón escribirte es: que no importando las rocas, tu puedes florecer, que el, sueño que el puso en ti podrá crecer y dar fruto aun que estés rodeado de rocas, así que echa para adelante que nadie te detenga, y cree en ti, porque Dios siempre creerá en ti.

    La flor que crece aun en medio de la adversidad, es la más bella y extraña de todas; cree todo es posible.

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