"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas. Así clama por ti, oh Dios, el alma mía, Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo".
(Salmo 42:1)
Hay una verdad que es tan sincera, certera y franca.....
Un camino que es tan claro como el agua y que mi corazón no calla; sino que grita con orgullo y libertad y es parecida a una canción....
¡No sé vivir sin tí oh Jehová, eres mi bendita necesidad!
Eres vital precioso, no puedo amar a nadíe más si tú en mi vida primero no estás.
Son nuevas aires de felicidad que con alegría el rostro refleja y revela sonriente.
Que estés a mi lado y de mi lado es lo mejor.
No puedo ni un solo día dejar de pensar que eres mi oxígeno, mi respirar.
Que es tu presencia la que habita en mi vida y la que me impulsa a ser mejor.
No son mis logros ni mucho menos mis méritos, en tu misericordia y gracia salvadora.
Mis ojos anhelan poder verte, mis manos tocarte y sentirte.
No sé vivir sin tí, mi mundo eres tú, me muero si no estás.
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