sábado, 3 de marzo de 2018

Devociones: "La expresión de la victoria".

"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu".
                                           (Juan 19:30)

    "Consumado es". La sexta frase de Jesús está llena de poder, expresa una seguridad, subraya con fuerza un resultado. Al final de esas seis horas de la cruz, en el momento que precedió la muerte de Jesús, algo que había sido  anunciado pero que hasta ahora no podía ser comprendido, halló su sentido definitivo. ¿Cómo entender esta expresión? La respuesta es vasta e infinita....
    Por medio de ella se cumplieron las Escrituras, es decir, todas las profecias relacionadas con la venida, el ministerio y la muerte de Jesús, pero igualmente todo lo que Dios había dicho sobre los sacrificios, es decir, los ritos prescritos por la ley de Moisés. Jesús fue el Cordero de Dios ofrecido en sacrificio.
   La obra de salvación se llevó a cabo en sus múltiples aspectos. Jesús se convirtió en el que redime, el redentor, pues pagó la deuda que teníamos con respecto a Dios debido a nuestros pecados; en aquella época la expresión "consumado es" aparecía al final de una factura e indicaba que esta había sido totalmente pagada. Jesús fue nuestro sustituto en la cruz: "llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1 Pedro 2:24). Fue nuestra propiciación, es decir, ahora Dios nos es propicio, favorable.
    Solo Jesús podía pronunciar esta frase. Ella lo muestra en el centro de los planes divinos. Dios nos pide solo una cosa: creer y apropiarnos de la total eficacia de la obra cumplida. ¡Qué pobres se vuelven las exhortaciones de las religiones que invitan al hombre a "hacer", al lado de esta frase de Jesús, dirigida a toda la humanidad: ¡"Consumado es"!. 

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