martes, 11 de julio de 2017

Devociones: "Guiar a nuestros amigos a Jesús".

Durante mi niñez, una de las enfermedades más temidas era la poliomielitis, llamada a menudo "parálisis infantil" por que atacaba mayormente a los niños. Antes de que apareciera la vacuna preventiva, a mediados de la década de 1950, miles de personas se infectaron y murieron en todo el mundo.
     En la antigüedad, la parálisis se consideraba una enfermedad incurable. Sin embargo, un grupo de hombres estaba convencido de que Jesús podía ayudar a su amigo paralítico. Por eso, mientras Jesús predicaba en Capernaum, cuatro de ellos lo llevaron hasta allí. Como la multitud les impedia acercarse al Señor, "quitaron parte del techo donde estaba Jesús, hicieron una apertura, y por ahi bajaron la camilla en la que estaba acostado el paralítico" (Marcos 21:4).
     "Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados" (Marcos 21:5), y agregó: "Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa" (Marcos 21:11). ¡Qué maravilla que, en respuesta a la fe de aquellos hombres que llevaron a su amigo, Jesús le perdonó sus pecados y lo sanó!
     Cuando un amigo enfrenta un problema físico grave o una crisis espiritual, tenemos el privilegio de unirnos en oración y guiarlo a Jesús, el único que puede satisfacer las necesidades más profundas.
   Señor, hoy traigo a mis amigos ante ti en oración.

                Orar por otros es un privilegio...y una responsabilidad. 

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