Rogelio había atravesado muchas dificultades. Lo operaron del corazón para reparar una válvula. Un par de semanas después, tuvo que volver al quirófano debido a unas complicaciones. Cuando esperaba a mejorarse con terapía física, tuvo un accidente en su bicicleta y se fracturó la clavícula. Como si eso fuera poco, la muerte de su madre le rompió el corazón. Como consecuencia, se desanimó tremendamente. Cuando un amigo le preguntó si había visto a Dios obrar de algún modo, confesó que no.
Valoro mucho la sinceridad de Rogelio. El desánimo y las dudas también forman parte de mi vida. En Romanos, el apóstol Pablo afirma: "nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza" (Romanos 5:3-4). Sin embargo, esto no significa que siempre sintamos gozo. Quizá necesitemos que alguien se siente y nos escuche derramar nuestro corazón, y que también hablemos con Dios. A veces, debemos considerar cómo sucedieron las cosas para poder ver si nuestra fe creció durante las pruebas o las circunstancias.
Saber que Dios desea utilizar las dificultades para fortalecer nuestra fe puede ayudarnos a confiar en su buen corazón para con nosotros.
¿Estás aprendiendo a confiar más en Dios?
Dios tal vez nos guíe a aguas turbulentas para que confiemos más en Él
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