lunes, 20 de junio de 2016

Devociones:"Dios te llama a la Plenitud".

"El que cree en mí, como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva".
                                             (Juan 7:38)

    La influencia del Espiritu Santo en nuestra vida es sin medida. La Biblia señala que "rios de agua viva correrán" por nuestro ser. Es interesante el saber que nuestra vida ya no es un depósito de escasos recursos; por el contrario es ahora un cauce de infinitos e inagotables recursos.
     La Palabra señala que no sólo es un río, sino ríos correrán de su interior, dándonos a entender que la corriente es copiosa y abundante. A todo el que recibe como Salvador y Señor, Cristo le otorga un don más que suficiente, que le brinda plena satisfación, ¡el bautismo en el Espiritu Santo! Jesús le dijo a la mujer junto al pozo de Sicar: "el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna"; por ende esa vida abundará en bendiciones hacía los demás. De estos dos pasajes entendemos entonces que fuente y ríos son dos términos que enfatizan al alcance de la obra poderosa del Espiritu Santo en la vida del creyente.
     Por consiguiente, este es el significado de "la plenitud del Espiritu": Hemos de poseer vida, pero una "vida abundante" (Juan 10:10) Hemos de poseer gozo, pero plenitud de gozo (Salmo 16:11) Hemos de recibir paz, pero una paz que sobrepasa todo entendimiento. (Filipenses 4:7) Nos corresponde, entonces llevar fruto espiritual, y más aún, abundante fruto (Juan 15:2) Todo esto muestra la diferencia entre aquel que va por la vida tropezando y cayendo y el que disfruta de una estrecha relación con el Señor y con su Santo Espiritu.
    Notamos que el verso nos habla de frescura. Cuando el verso dice "correrán ríos de agua viva" esto es indicativo de que es agua que no está estancada, que no puede corromperse porque está en constante acción y movimiento. La vida del Espiritu tiene un ritmo, se recibe y se da; sin embargo, nunca podremos dar lo que no hemos recibido. El Espiritu Santo ha de suplir mis propias necesidades (mi carácter cristiano), pero también me ayudará a suplir las necesidades de otros (ganar almas para el reino). A continuación añado el paralelismo que hay entre (gálatas capítulo 5) sobre el fruto del Espiritu y en (1 Corintios 13), las virtudes del amor:
     
    Dios está esperando que contestes afirmativamente para bendecirte y satisfacer tú alma con una experiencia refrescante, nueva, plena e inundar tu alma de gozo y alabanza. 
      

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